A esta interesante conclusión llegué el fin de semana pasado tras pasarlo inmerso, de principio a fin y de sol a luna, en una de esas mini-piscinas llenas de burbujitas. Ver lienzo "El jacuzzi".
La inmersión acuática estuvo acompañada, como no podía ser de otra manera, de todo tipo de burbujitas de Dioniso: 1) las famosas burbujitas independentistas catalanas; 2) las "que-no-se-caiga-ni-una-gota" lujosas burbujitas galas; 3) las "al-final-todo-sabe-bien" burbujitas teutonas.
Los responsables de tan efervescente fin de semana no podían ser otros que mis queridos Teufelcillo y don Pedro, que pusieron las mejores burbujitas de todas: el jacuzzi.
"El jacuzzi". Cuatro pinceladas que pude hacer antes de comenzar la fiesta |
El Astro Rey, en plan generoso, radiando a todo radiar sobre un pueblecito cercano a Frankfurt y las avispas, felices de la vida y alborotadas, de flor en flor y de boca en boca; tal cual...
Y es que, con toda la alegría del reencuentro, en mitad de una de esas típicas conversaciones españolitas en las que el solape de palabras y opiniones no dan un respiro a los contertulios, va una avispa y decidió meterse en la boca de una de las invitadas, con el consiguiente escupitajo de avispa, extracción de aguijón del paladar y susto pertinente; eso sí, todo de manera muy elegante... Venga, todos a la farmacia a comprar sustancias dopantes varias, incompatibles todas ellas con las burbujitas de Dioniso. Comenzaba bien el fin de semana...
Ya saben ustedes que Murphy es un capullín y no se pierde una.
Al poco rato, los analgésicos surgieron efecto, la víctima de la avispa se recuperó y, haciendo caso omiso de los prospectos -absténganse de hacer estos experimentos en sus casas-, todos pudimos continuar con las burbujitas y con las patadas atropelladas a Goethe, a Cervantes y a Dan Brown, digo... a Shakespeare.
Una de tantas... |
Gracias Dioniso por permitir que alguien intentara, allá por el s. XVII, terminar la fermentación del vino en una botella cerrada y ésta -según mi imaginación- le explotara en toda la cara. Lo que inicialmente se conoció como el "vino del diablo" o "salta tapones", se convertiría con el tiempo y gracias a la evolución de la técnica de la fermentación (primero en cuba y segundo en botella) en nuestras queridas burbujitas de hoy en día.
Claude Moët, todo un visionario, triunfó con las burbujitas allá por el s. XVIII |
En fin, que fue una velada de ensueño. Nos faltó un ápice para volver a ser testigos del relevo de luna a sol... pero no, en un cierto momento de la noche, nos pusimos los albornoces etiquetados y nos fuimos todos a dormir; cada uno en su cama y Dioniso en la de todos.
Y hablando de sueños, les diré que existe una relación de proporcionalidad directa entra las horas de jacuzzi y la profundidad del sueño. Pura matemática. La relación de pareja que tuvieran Dioniso y Morfeo la desconozco, pero seguiremos investigando.
Ya ven, que vivan las burbujitas y oigan...
¡SIEMPRE ASÍ!
... y si no acaba bien, es que aún no es el final ;)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=5TEoubNp25M
Curiosa coincidencia, aunque no sepa ver yo la relación con Sekt alguno.