Si aún recuerdo yo el recorrido que hicimos por el pueblo hace dos años con mi querida familia numerosa, vuvuzela en boca y banderas en mano, ante el asombro impertérrito de mis queridos conciudadanos que nos miraban como: éstos se han escapado de un manicomio en el que se viste de rojo y amarillo.
¡Qué momentazo!
Pues el pasado viernes, digamos que todo estaba preparado para vivir una tarde de alegría con el estreno de "La Roja". Ya saben, pebetero encendido, banderas izadas sin "h", mesa llena de alimentos y líquidos etílicos varios, mofletes más o menos tersos pintados con los colores patrios. Vamos, eso era una oda a "La Roja" y a Dioniso.
Nuestro merendero (cenador) engalanado para la ocasión. |
Pero hubo algo que diferenció la velada del viernes pasado con la de años anteriores y es que todos, vecinos, familia numerosa y este españolito bloggero, estábamos agotados. Cada uno tendría su razón, pero la verdad es que en la mesa no se percibía ese grito unánime de alegría y optimismo como en ocasiones pasadas. Y claro, así cómo iba a ganar la selección...
España: 1 - Holanda: 5 (lobitos)
Increíble pero cierto. De los casi 3 años que llevo expatriado en este pueblucho, nunca antes había perdido "La Roja". Y claro, la del viernes resultó ser una situación inédita. Pero oigan, ¿tampoco íbamos a ganar siempre, no?
Reconozco que entre el agotamiento de la semana y el exceso de confianza uno miraba la TV con cierta desgana:
- Total, vamos a ganar igual...
¿Saben lo que me pasó en el trabajo ese mismo viernes? En la típica reunión matutina preparativa del día, uno de los presentes deseó a España suerte ante el partido y a mí no se me ocurrió otra cosa que contestar en plan sobrado:
- Gracias, pero no la necesitamos...
Venga ahí. "Pa' chulo, chulo, mi pirulo". Les juro que en el mismo momento que volaron esas palabras de mi boca en imperfecto alemán, pensé:
- Ya verás como ahora perdemos y me toca rectificar el lunes.
- Bueno, pues parece que sí que necesitábamos algo de suerte... jejeje (sonrisa forzada)
Y oigan, que así ha sido. Yo creo que ha sido el Murphy de los cullons, que seguro que estaba mosqueado por no haber sido nombrado en el blog en las últimas semanas y, claro, tenía que hacerse notar de alguna manera.
En fin, me imagino que de vez en cuando un baño de agua y jabón con sales de humildad no le va mal a nadie. ¿No les parece? Así que, no queda más remedio que apechugar empanadas y seguir confiando en nuestra buena estrella; de momento la única que tenemos en la camiseta de la selección...
Al fin y al cabo, los mismos que ganaron esa estrella y que nos han regalado tantos y tantos momentos de gloria, son los mismos que el viernes pasado nos dejaron ese mal sabor de boca. No les repudiemos tan rápidamente y mantengamos la confianza.
Y para dar ejemplo, esta semana me voy a despedir cantando, no los cinco lobitos que tiene la Loba -Dora selectiva ya los ha olvidado-, sino el Ole Ola de Jennifer Lopez y Claudia Leitte. Me han encantando. Si es que tienen las dos una técnica vocal cantando abrumadora (el cuerpo es secundario).
A por Chile y... ¡Ole ola ole ola!
Reconozco que entre el agotamiento de la semana y el exceso de confianza uno miraba la TV con cierta desgana:
- Total, vamos a ganar igual...
¿Saben lo que me pasó en el trabajo ese mismo viernes? En la típica reunión matutina preparativa del día, uno de los presentes deseó a España suerte ante el partido y a mí no se me ocurrió otra cosa que contestar en plan sobrado:
- Gracias, pero no la necesitamos...
Venga ahí. "Pa' chulo, chulo, mi pirulo". Les juro que en el mismo momento que volaron esas palabras de mi boca en imperfecto alemán, pensé:
- Ya verás como ahora perdemos y me toca rectificar el lunes.
- Bueno, pues parece que sí que necesitábamos algo de suerte... jejeje (sonrisa forzada)
Y oigan, que así ha sido. Yo creo que ha sido el Murphy de los cullons, que seguro que estaba mosqueado por no haber sido nombrado en el blog en las últimas semanas y, claro, tenía que hacerse notar de alguna manera.
En fin, me imagino que de vez en cuando un baño de agua y jabón con sales de humildad no le va mal a nadie. ¿No les parece? Así que, no queda más remedio que apechugar empanadas y seguir confiando en nuestra buena estrella; de momento la única que tenemos en la camiseta de la selección...
Al fin y al cabo, los mismos que ganaron esa estrella y que nos han regalado tantos y tantos momentos de gloria, son los mismos que el viernes pasado nos dejaron ese mal sabor de boca. No les repudiemos tan rápidamente y mantengamos la confianza.
Y para dar ejemplo, esta semana me voy a despedir cantando, no los cinco lobitos que tiene la Loba -Dora selectiva ya los ha olvidado-, sino el Ole Ola de Jennifer Lopez y Claudia Leitte. Me han encantando. Si es que tienen las dos una técnica vocal cantando abrumadora (el cuerpo es secundario).
A por Chile y... ¡Ole ola ole ola!
Y el lunes estreno de Alemania contra Portugal. Atención que se para el país... |
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