* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

sábado, 16 de marzo de 2013

Honky Tonk

Superado el trauma del traumatólogo, valga la redundancia, y del agujaco que agredió a mi ocupa muscular, la vida continuó su curso normal, como la nieve que se deshiela en el riachuelo; por lo menos en el resto del mundo, porque por aquí parece que no tiene mucha prisa.

Mi teoría es que la Tierra, durante su desplazamiento por la órbita solar, se ralentiza en la zona del invierno, y claro, luego tiene que acelerar el ritmo en la parte del verano, para terminar el recorrido en 365 días. Además, el eje giratorio de la Tierra sobre si 'selbst' seguro que se ha torcido algún grado, los achaques de la edad, y por lo que sea, este nuevo ángulo no es el más adecuado para que a este pueblecillo le llegue, con máxima perpendicularidad, ni tan siquiera un rayo de Sol uo o o. Esta teoría, así, recién levantado y con un zumo de naranja en la mano.

Pero es que, créanme, casi es primavera y por estos lares seguimos disfrutando, con las reservas al mínimo, del invierno más oscuro y frío en siglos de humanidad. El césped sigue blanco, el cielo gris y ni un solo pajarito cantando en la ventana; anda que no son listas las aves migratorias...

En cualquier caso, pasemos de teorías, del riachuelo, del deshielo y de los pajaritos, y centrémonos en el evento que tuvo lugar hace dos semanas en éste nuestro pueblecillo de residencia: El famoso festival Honky Tonk. 

Para que se hagan una idea, el Honky Tonk es como un Rock in Rio en versión pueblo, o pueblucho, como ustedes quieran, pero concentrando en una tarde-noche. Cada grupo toca en un local distinto, propiamente adecentado para la Honky-ocasión y cada 45minutos hacen una pausa-Tonk, para que la people pueda cambiar de lugar. ¿Les apetece revivirlo juntos?



La carta musical constaba de 13 platos, pero por falta de tiempo material tuvimos que elegir cuatro de ellos, suficientes para animar a nuestro españolizado karma, algo rebotado últimamente con tanta oscuridad invernal. Conforme vayan entrando con su lectura en cada uno de los sitios, hagan click en la puerta, y déjense llevar:

1) Glockenhof (patio de las campanas)

Concierto de un grupo de Leipzig (Jamstreet), cuya cantante, entre Alanis Morrisette y Amy Winehouse, nos deleitó a pleno pulmón; sí, sí a pleno pulmón. Si hubiera habido un mando, habríamos bajado el volumen, pero como no lo había, subimos el volumen de nuestra conversación. Nada mejor que intentar mantener una conversación en alemán a gritos. Oye, hasta parece que sale mejor el acento alemán cuando gritas; pero no, todo es un mero efecto auditivo.

En cualquier caso, la vocalista del pleno pulmón, o pulmones, era buena de verdad, que uno entiende mucho de esto desde que fue a ver Carmen, ¿recuerdan?. La noche arrancaba bien y prometía sorpresas positivas. Nuestras caras empezaban a cambiar de gesto, dejábamos atrás una semana dura de trabajo y parece que conseguíamos 'honkytonizarnos'.

Pero pasaron los 45 minutos y nos recordaron que teníamos que cambiar de lugar. Pero qué prisas, con el frío que hace en la calle! Venga, pónganse los gorros y todos a la calle a pasar un poco de frío antes de llamar a la puerta del siguiente lugar.

2) Kaiserhof (corte del emperador)

Aquí nos encontramos con tres cubanos originales (Borincuba), vestidos de negro y con muchas cadenas doradas. Llegamos, y ahí estaba los pobres intentando infructuosamente animar el cotarro, mientras los alemanes, dispuestos en perfecto círculo, observaban detenidamente la actuación. De verdad, salvo contadas excepciones, mis queridos conciudadanos parece que tengan horchata en las venas!

Pero bueno, fue llegar los españolitos a la corte del emperador y nos lanzamos directamente al centro del círculo teutón. ¿Para qué esperar? Cuando has nacido en un país latino, la sangre entra en ebullición y por muy poca técnica que tengas, créanme, parece que hubieras bailado salsa toda tu vida. La emoción te embriaga y hasta acabas realizando el paso del cuello dislocado y/o desafiando a la mismísima fuerza centrífuga.

Al final, éxtasis total, con el resto de alemanes presentes rompiendo filas y lanzándose a bailar su paso doble particular. Pasados los 45minutos, y con el sudor todavía en le body, todos a ponerse el kit invernal y... cambio de pareja! digo, de concierto!

3) Thüringen Hof (palacio de Turingia)

Éste, los lectores asiduos del blog bien lo saben, es nuestro hotel favorito de los jueves, donde nos tomamos nuestra dosis semanal de fruta y verdura, gracias a los mojitos de fresa de Martin. En esta ocasión el lugar estaba lleno hasta la 'bander' y todo por una banda de Rock & Roll de los años 60 (Mister Twist). Pobre Martin Martin, acostumbrado a atendernos a nosotros y a cuatro 'Katzen' más, y esa noche no daba abasto, pero eso sí, manteniendo siempre su sonrisa educada permanente.

Del grupo rockero no les puedo contar mucho, porque la verdad es que sólo alcancé a avistar a lo lejos la gomina brillante de sus tupés. Había tanta Honky-people que no pude dislocar las caderas como me le hubiese gustado al Elvis que llevo dentro de mi 'selbst'.

He aquí el famoso mojito de fresas de Martin Martin (sin acento en la i).
Las 'cagarrutillas' de la derecha son nuts de wasabi, el complemento ideal.  

4) Cafe del Mar (café del mar)

Aquí llegó la magia. Éste era nuestro último destino de la Honky-noche y decidimos tomarnos un café-Tonk antes de batirnos en retirada a nuestros respectivos alojamientos. Pero ya saben, lo mejor siempre aparece cuando uno menos se lo espera (si es que tengo a Lola abandonada), y exactamente así sucedió en esta ocasión. Un pianista y un cantante (Cyrus&Jones) consiguieron arrastrarnos a su nirvana particular de melancolía, tranquilidad y buenas vibraciones. Se respiraba magia en el ambiente, sólo rota de vez en cuando por los gritos irrespetuosos de algún alemanito ebrio.

Las caras del pianista fueron, durante toda la noche, un poema difícil de desfrizar

Como estábamos en la fila cero, nos hicimos amiguitos de ellos, y acabaron dedicándonos una versión del clásico 'Bésame mucho', pero interpretado a dos voces con uno de los españolitos residentes. Y les aseguro, aunque a algunos de mis lectores les cueste creerlo, que en esta ocasión no fui yo. Vaya momentazo!  El bar se vino arriba, y todas las mesas jalearon al son del famoso Zugabe, Zugabe, Zugabe... (repetición de la jugada).

Ya ven, empezamos tomando un café y acabamos tomando un Amareto shower* detrás de otro, hasta las tantas de la madrugada.

*Amareto shower: 1/4 zumo naranja; 1/4 zumo limón; 1/2 Amareto

Para rematar la Honky-velada, les diré que acabé durmiendo, no debajo de un puente, sino en casa de otros españolitos residentes, que muy amablemente me hospedaron, ya que las llaves de mi villa decidieron quedarse en el rellano de la escalera, en lugar de en mi bolsillo. Puto Murphy, puto Murphy, eh!... pero oye, que nos quiten lo bailado, y nunca mejor dicho.

Y así damos por concluida la velada musical. Espero que la hayan disfrutado tanto como nosotros lo hicimos hace dos semanas. Aunque me imagino que el contexto de cada uno de ustedes será totalmente distinto, espero que la energía se haya ciber-transportado por igual a todos y cada uno de los sitios desde dónde mis queridos lectores surrealistas se encuentren leyendo en estos momentos estas cuatro líneas*.

Es la fuerza de la música!


* cuatro líneas: Quien dice cuatro, dice cien... Los posts se alargan solos.


2 comentarios:

  1. El contrapunto del Oeste22 de marzo de 2013, 11:38

    Lo dicho: todo un error habérmelo perdido. ¡Lástima de Armada española al completo bailando salsa! ¡Y de españolito dando entrada al pianista "¡ahora!" a orden de índice!
    ¡Gracias por revivirlo con nosotros!

    ¡Ah! ¿Una sugerencia?: ¿qué tal un enlace del "en esta ocasión no fui yo" a la Nr.5 con su gloriosa Gloria?

    ¡Y ya veo, herida más que cicatrizada ;-) hasta bromitas con el Bis! ¡¡Me alegro!!!

    ¡¡Besos a todo el pueblecito desde el Oeste!! Aquí también seguía nevando con saña a sólo 48 horas de la primavera... ¡semana y pico más tarde del "triunfo del Sol"! ¡Si es que ya se veía de lejos que éste año el que se tenía que marchar con las orejas gachas no iba a ser el Winter!

    Por cierto, no sé si los comentaristas podemos "attachear" fotos... ¿tal vez haciéndome socia? ;) Por ilustrar tu teoría matutina con el riachuelo con su nieve (que la nieve seguirá ahí, ¡fijo!) junto al que el burrito tiraba del trineo.

    En cuanto a la teoría..... ¿no te habrías frito mejor unos churros para acompañar el zumo? Que debe ser por algo que dicen que la falta de azúcar no le va nada bien al cerebro... 0:-I

    Kussss!!

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  2. tus deseos son órdenes! la próxima Honky Tonk no te lo pienses tanto... :)

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