* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

domingo, 10 de marzo de 2013

Los Alpes: El Teufelcillo

Como el mundo está lleno de exitosas trilogías que han reportado suculentos beneficios a sus autores, este españolito, no se ha podido resistir a escribir una, eso sí, sin esperar nada suculento; como el Urdanga, que viva el altruismo, viva!

Aquí les dejo la primera parte de mi trilogía particular que, en un derroche de originalidad, he decidido denominar: Los Alpes.

Una imagen vale más que tausende palabras

Todo comenzó un frío, novedad, día de Noviembre de 2011. Como parte de una tradición casi centenaria de mi empresa en mi nuevo lugar de destino, se me invitó a participar en un MSW (Management Skiing Weekend) en Los Alpes, en plan team-building. Pero qué guay, qué chachi-piruli y fantástico. Como en las películas.

El sí no fue inmediato, que uno se hace mucho de rogar, y tuvo que hacer su selbst-brainstorming interno para analizar pros y contras, antes de mezclarse con el 'populacho' directivo recién conocido. Se pueden imaginar ustedes, queridos lectores surrealistas, la conclusión del brain-storming: Un día sí, al día siguiente no, después otra vez sí... y así sucesivamente. Al final, viva la diplomacia, me apunté al famoso y centenario evento alpino y allá que nos fuimos todos.

Stubaital 3000. Glaciar austriaco espectacular.

Esas peleas sutiles por sentarse en el mismo telesilla con el gran jefe, esos empujones finales, ese meto el stick para bloquear el paso, ese te abro la fijación de la bota y así me cuelo... Como diría la mujer de otro españolito residente, de lo que yo les cuente, la mitad no, un poquito menos, pero créanme que algo de ésto hubo. De esta manera empecé a conocer a la gente de verdad. Este españolito, con un grado de orgullo personal muy desarrollado durante sus bien llevados 36 años, pasó de todo y de todos, menos de dos personas y, como siempre, fue a su bola*.

* Según la RARR (Royal Academia del Relincho de Rocinante): Ir a su bola: Hacer lo que uno quiere independientemente de todo y de todos.

Las dos personas afortunadas, o desafortunadas, según se mire, fueron:

San Pedro, que de santo no tiene un pelo, y su novia, el 'Teufel-cillo', que de Teufel (diablo) no tiene un cuerno. Con ambos me reí 'ohne Ende', vamos, como diría el Buzz Light Year de mi sobrina, hasta el infinito y más allá...

San Pedro y el Teufelcillo me presentaron a Willy, dícese de un trozo muy sano de pera emborrachada en cierto licor de graduación veraniega (>40º), y adornado con una banderita de algún país europeo, aunque no vi ninguna de Grecia. Oigan, que Willy es un esquiador nato y se pegó todo el día con nosotros...

Tiempo regular, niebla, y mucha gente, pero como en los Alpes austriacos hay vida más allá del esquí, pues sinceramente lo pasamos pipa*.

* Según la RARR: Pasarlo pipa: Disfrutar al máximo de un momento presente mientras te comes unas pipas.

1) Apres-ski: Primera noche

El MSW estaba organizado al detalle, como los viajes del inserso, así que después del primer día de esquí, los participantes del evento alpino, como buenos alemanes, se retiraron a sus aposentos para llegar adecentados a la cena programada de las 19:00Uhr; ni un minuto más, ni un minuto menos. Como mis queridos lectores surrealistas son muy imaginativos, seguro que ya han adivinado quiénes fueron los tres elementos discordantes del grupo que se saltaron toda la programación...

Pues sí, San Pedro, el Teufelcillo y uno 'selbst', que nos quedamos en la estación de esquí haciendo compañía a Willy; pobre, no lo íbamos a dejar solo, y ya puestos pues bailamos todo lo bailable, que siempre es sano 'to move like Jagger...'

Inolvidable ese momento romántico entre San Pedro y el Teufelcillo, en el cual, este españolito que les escribe, se quedó bailando solo en mitad de la pista, cual chorizo colgado en proceso de curación, eso sí, mirando detenidamente el móvil que eso siempre da un punto de interesante. Pues oigan, que aparecieron de la nada tres personajes de Dresden -debieron observar mi momento Smartphone en curación colgante- y me invitaron a brindar con ellos en plan colegas de toda la vida, mientras duró el momento "I love you, I love you more" de mi querida pareja. Risas toda la noche, a más no poder.

Terminada la fiesta, regresamos en el último autobús de la tarde, claro está, junto con nuestros nuevos amigos de Dresden y, por supuesto, sin ni siquiera saber sus nombres. Yo creo que esa noche viajó con nosotros en el autobús el Ángel de la guardia del Teufelcillo, porque de repente gritó a pleno pulmón: Aquí!! Here!! Hier!! (no recuerdo bien qué idioma usó), pero los decibelios se oyeron justo en el momento y lugar adecuado, vamos, delante del hotel. ¡Aleluya, sólo íbamos a llegar unos 'Minuten' tarde a la cena!

Perdonen la imagen difuminada tomada por Willy... 

Las caras del resto de compañeros del MSW cuando entramos los tres descarriados en el comedor de la cena, con cierto grado de Willy-felicidad y con las botas de esquí puestas, quedarán para siempre en mi recuerdo.

2) Apres-ski: Segunda noche

La segunda noche fue sencillamente épica. Pero, como luego me tachan de enrollarme más que las persianas que no tenemos en Alemania, les diré simplemente que esa noche acabamos dominando el bar en todos los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, así que échenle imaginación. Y todo porque el dueño, austriaco de pro, pasó parte de su juventud en mi querido país de procedencia y sufrió el denominado efecto ¡viva España!, yo creo que algo potenciado por el grado etílico que alcanzó su sangre aquella noche.

En resumidas cuentas, que nos dejó entrar, literalmente, hasta la cocina. Si el día después se arrepintió o no, nunca lo sabremos...

¿Esquiar?, sí; ¿Team building con los compañeros del trabajo?, pues también; pero sobre todo, y gracias particularmente a la querida pareja discordante, diversión y mas diversión, que al final es de lo que se trata, ¿no les parece?. En realidad, todos llevamos un Teufelcillo dentro... and I love it!

Así comenzó la aventura de este españolito en Los Alpes. En el segundo capítulonos tele-transportaremos todos juntos a Suiza, con las vacas y sin cuentas bancarias...

Vayan preparándose!





2 comentarios:

  1. Me lo acabo de pasar pipa!!!!!!!!!!!! Y eso sin pipas, imagínate!!!!! Que guay, que guay, que guay!!! I just love it!!

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    1. segunda y tercera parte pronto a la venta, digo regaladas...

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