* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

domingo, 7 de abril de 2013

El regreso

No he rezado mucho, más bien nada, pero sí he disfrutado de una agradable Semana Santa, entre capirotes, terceroles, tambores, cornetas y escenas bíblicas hechas esculturas, por las calles de la ciudad que me vio nacer y crecer. Qué santa satisfacción!

Todo comenzó hace dos semanas. Me despedía temporalmente de la mierda-no-primavera teutona, degustando una espectacular paella de 'conecho' en casa de San Pedro y el Teufelcillo.

Pero qué rica está la paella manchega cuando se cocina con cariño!

Básicamente, recuerden que sólo tienen que abrir un buen vino en el momento que empiecen a pelar los tomates, poner un ajo en medio de la paellera (cuanto más grande mejor, tanto el ajo como la paellera), y el resto vendrá rodado. En este caso, debo confesarles que la paella salió buena, buena de verdad. Mis glándulas gustativas se iban preparando para lo que estaba por venir en mi querida Spain, twelve points.

Paella de 'conecho' con marisco. ¿Perciben la textura del grano de arroz? En su punto: Twelve points!

A continuación, con las glándulas gustativas ya preparadas, me abandoné al sueño en la terminal de Frankfurt, con Dioniso sentado a mi lado, esperando a que mi avión pusiera rumbo a tierras ibéricas. En breve iba a comenzar la conmemoración, hagamos un acto de fe conjunto, de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Uno selbst es independiente declarado, hasta en la religión, pero después de unos cuantos años sin ver la Semana Santa zaragozana, les reconozco que tenía cierto mono* por ver procesiones y, cómo no, a mi querida familia del alma.

*Según la RARR, mono: 1) adicción incontrolada; 2) anís del mono; 3) animal que engulle plátanos

Ustedes, queridos lectores surrealistas, ya conocen algo de la intensidad y el surrealismo de mi vida teutona, pero uno no puede olvidar sus orígenes y los pilares que, de una manera u otra, consiguen mantener mi 'Leben' en un tambaleo más o menos estable. Pues sí, brother, sister, sobrinas, cuñado (familia política incluida), y amigos varios, tuvieron que aguantarme durante unos cuantos días, y no vean la paz que ello produjo en mi persona.

Qué sensación más buena la de visitar tu propia ciudad, mega pixels en mano, como un turista más. Recomiendo perderse por los alrededores de LaSeo, El Arco del Dean, disfrutar de un mojito en el café Odeon, de un champignon y una ballenita en pleno Tubo y, cómo no, recuperar la temperatura corporal disfrutando del simple hecho de pasear por calles y plazas atestadas de gente. Cuando se cansen, paren, se tomen una olivitas (muy buenas para subir el colesterol bueno y bajar el malo), y tan ricamente.

Esto sí que es primavera, y eso que no ha parado de llover en toda la santa semana.

Si ya lo dice nuestro sabio refranero popular español: En Abril, aguas mil... Y yo me como un bacalao al pil pil. Qué narices, que viva la lluvia! Los ríos rebosantes de alegría, los embalses esperanzados, y el aire limpio y puro invadiendo atropelladamente las fosas nasales de los viandantes -y de esto uno sabe mucho, que la naturaleza fue muy generosa con el tamaño de la propias-.

Solucionando el mundo con sister entre oliva y oliva.
Catedral La Seo, Zaragoza.  Fachada mudejar: muestra artística de la convivencia entre musulmanes y cristianos.
¿Cómo estaba la plaza? Abarrotá*!! Al fondo uno de los pasos procesionales. 
*Abarrotá o abarrotada: llena hasta la bandera, o que no cabe un alfiler...

Como punto negativo diré que la mayoría de las procesiones de Semana Santa tuvieron que ser canceladas, y sinceramente sentí pena por todos los cofrades que, después de tantas horas de ensayos acumuladas, vieron truncadas sus ilusiones a golpe de lluvia. Mis ánimos para todos ellos. No sé si ayudará de algo, pero bajo mi daltónico e inexacto punto de vista, no es tan importante el resultado final, sino el camino para llegar al mismo. Así que os quiten lo bailado, o lo ensayado.

Para completar el poker de ases vacacional, qué mejor que ver el mar, la arena y el sol en todo su esplendor en la ciudad de nuestro histórico Ramoncete, conde de Berenguer, padre político de la Corona de Aragón. ¿Recuerdan?

Barcelona es una ciudad preciosa y multicultural, llena de rincones de historia y gente de todo tipo. Muy recomendable cenar por Gracia (Brignoire), perderse por las calles de La Borne (todos a leer la Catedral del Mar) y, si Murphy lo permite, rebozarse de arena y sol en la playa. En esta ocasión, y a riesgo de ser amonestado por mi querida hermana mayor, para una vez que veo el sol, decidí que hubiera contacto directo entre rayo solar y piel, que buena falta me hace, y pasé del protector 50. Que no sirva de ejemplo.

Basílica Santa María del Mar, Barcelona. Gótico puro.
Arte callejero
Arte playero

Como todo lo bueno tiene su punto y seguido, los días pasaron como un suspiro, y uno se tuvo que coger (tomar para mis queridos mexicanos) un aeroplano de regreso a su querido pueblecillo de Alemania.
Sentimientos contrapuestos: ¡Anda que no tienen peligro psicológico las salas de espera de los aeropuertos!

Aquí estamos reflexionando.
Conclusión: Uno forma parte de dos vidas muy intensas, que nada tienen que ver la una con la otra, o sí; quizás algún día los protagonistas de la una conozcan a los de la otra, o no, quién sabe. En cualquier caso, y hasta que se crucen los protagonistas, uno seguirá disfrutando de ambas al máximo.

Todas la psico-reflexiones y melancolías quedaron borradas de un plumazo al aterrizar en Frankfurt y ver de nuevo las caras del Teufelcillo y del único bebé del mundo con una sonrisa permanente; horas más tarde la de la kleine Ratte, huevos de Pascua de chocolate en mano; las caras de mis queridos Königen von Oben (padres de la kleine Ratte), botella de vino sudafricana en mano -ya ven, Dioniso no se pierde ni un minuto de ninguna de mis dos vidas-; y terminaba el día escuchando la voz de mi querida chamana Greece, entrevistada en directo en la radio local y compartiendo pasionalmente a través de las ondas su experiencia vital con Hugo Chávez... 

Como les confensaba al principio, aunque uno no rece mucho, más bien nada, les quiero dejar unas líneas que encontré por casualidad estos días en casa de una buena amiga y que bien podrían resumir la Semana Santa:



Ya ven, el regreso a mi querido pueblecillo de residencia en Alemania... del Este, ha estado cargado de mucha energía plus plus. Cuánto durará la misma, no puedo confirmarlo, más que nada porque tengo a Lola un poco vaga, pero bueno, disfrutaremos de cada día y hasta dónde llegue...

Felices Pascuas (con retraso)


2 comentarios:

  1. Aún después de todos los años que han pasado desde que acabamos el instituto no puedo evitar fijarme al ver pasar los cofrades de la Crucifixión y acordarme de ti. Me alegro de que hayas disfrutado de unos días estupendos. Un besico desde mañolandia.

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  2. qué tiempos más buenos en el Instituto... y es verdad, siempre estabas ahí viéndonos pasar, mientras intentábamos hacer sonar los tambores. Qué lejos y qué cercan quedan esos recuerdos :)

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