* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

miércoles, 8 de mayo de 2013

3 Mayo de 1808 - El desenlace


...y continuó.

El 2 de Mayo de 1808 amaneció soleado. El calor apremiaba en Madrid y los españoles estaban hasta los cojones hartos de ver tanto soldadito de blanco y azul por todas las plazas y esquinas. Era ya demasiado obvio que las tropas de Napoleón se habían enamorado de L'Espagne, douze points. Para colmo de males, o de bienes, la familia real "de quita y pon" seguía exiliada.

- ¿Pero esto qué es lo que es? ¿Aquí quién gobierna?

La sublevación era inevitable y las calles de Madrid iban a ser testigos de las primeras revueltas. Aunque todavía no existían las redes sociales, pero sí los caballos, la noticia se expandió como la pólvora, y la sangre acabó derramándose por todas las casillas del tablero de juego español.

Consecuencia: Aprisionamiento y juicios rápidos con sentencia de muerte, sin posibilidad de recurso, para todos los sublevados españoles.

Quedaban inaugurados oficialmente los Juegos Olímpicos de Madrid, digo, la Guerra de la Independencia Española, principio del fin de Napoleón.

Como reportero destacado en los "Juegos", el genial pintor zaragozano Francisco José de Goya y Lucientes, Paco para los amigos. Como pintor de la corte de Carlos IV, Paco vivía en un apartamento cerca de la Puerta del Sol, y por suerte, o por dinero, decidió plasmar los principales acontecimientos de estos convulsos años en unas fantásticas obras que regaló a la posteridad. Pasen y vean:


  • "Los fusilamientos del 3 de Mayo" (autor: Goya; Museo del Prado, Madrid).



Espectacular obra que resalta a la perfección el dramatismo del momento. Observen los ojos desorbitados del personaje vestido de blanco y amarillo, los colores del cristianismo, en el mismo momento de ser fusilado. A un lado los muertos y al otro, los que esperan su turno. El farol iluminando la noche cerrada y el anonimato de los soldaditos franceses completan una escena sencillamente brutal. (Les confesaré que éste es uno de mis cuadros favoritos desde mi más tierna infancia).

Los fusilamientos tuvieron lugar en distintos lugar de Madrid, pero éstos en el Monte Príncipe Pío, entre la actual plaza de España y calle Princesa, tuvieron repercusión mundial gracias al arte universal de Paco.


  • "El dos de Mayo de 1808" o "La carga de los mamelucos" (autor: Goya; Museo del Prado, Madrid).


En esta escena vemos a los españoles luchando contra una panda de mercenarios venidos de Egipto, y contratados por Napoleón para mantener el orden y control en España. ¿Curioso verdad? y es que el Napo también hizo contactos con los egipcios durante sus aventuras bélicas por tierras del Nilo, me imagino que para entorpecer el comercio inglés en la India.

Como dato curioso, que sepan que la famosa piedra de Rosetta -piedra que dio la clave para traducir los jeroglíficos egipcios- y que actualmente se encuentra en el Museo Británico de Londrés, realmente fue descubierta por las tropas napoleónicas, mientras cavaban trincheras en Rashid (Rosetta) para luchar contra los ingleses. Como la guerra la ganaron los ingleses, se quedaron con el famoso diccionario de granito. Ya ven, el Museo Británico de Londres es un auténtico reino del expolio.

Volviendo a Madrid, el cuadro de Goya habla por sí solo del carácter poco pacífico que tuvieron las revueltas del dos de Mayo.


  • General Palafox (autor: Goya; Museo del Prado, Madrid) 




Ante las revueltas originadas en Madrid, ya han visto que Napoléon ordenó fusilar a diestro y siniestro, y en un intento por frenar el contagio, desplazó un ejército a Zaragoza para asegurarse el control de la ciudad, clave por su posición estratégica en el Noreste de España. El ejército español, a las órdenes del general Palafox, salió victorioso y la ciudad sobrevivía a este primer envite o sitio francés. Había nacido una heroína: Agustina Raimunda María Zaragoza y Domenech (Agustina de Aragón) ejemplo de lucha y coraje.


  • Grabado de Agustina de Aragón (autor: Goya; ni idea dónde se encuentra esta pintura).




Para celebrar las Navidades de 1808, a Napoleón no se le ocurrió otra cosa que mandar un ejército reforzado y sitiar de nuevo la capital a orillas del Ebro. Las enfermedades y el hambre hicieron irremediables la capitulación de Zaragoza en Febrero de 1809.

Los sitios de Zaragoza pasarían a los anales de la historia como uno de los capítulos más destacados de la Guerra de la Independencia Española, y es que mis paisanos, y perdonen la expresión, ¡le echaron un par de huevos!

El precio pagado fue alto, muy alto, medio millón de españoles muertos, pero tras seis años de lucha encarnizada, un buen día de 1814, las tropas del Napo abandonaban territorio español, y su hermano José Bonaparte le pasaba la antorcha olímpica a Fernando VII, que se montaba en el AVE galopante, y se volvía "pa' E'paña".

Lo primero que hizo Fernandito una vez recuperada su ansiada Corona fue restaurar el absolutismo -vamos, porque yo lo digo-; lo segundo, mantener a su padre Carlos IV en el exilio -por si acaso-; y lo tercero, cargarse las cortes de Cádiz -porque sí-. El resto se lo pueden imaginar...

De esta manera concluía uno de los períodos más penosos pero, bajo mi daltónico e inexacto punto vista, más apasionantes y ejemplarizantes de la historia española.

Moraleja: La corrupción e incompetencia de nuestros políticos, en su mayoría parásitos de la sociedad, no puede mancillar el carácter noble, luchador y valiente del españolito de verdad. Así que, por favor, a levantar el ánimo y, con todo el pacifismo del mundo, a luchar por recuperar nuestra esencia.

¡Que nadie nos robe nuestros valores!

Ya me perdonarán la ida de olla (locura) de esta semana, pero me apetecía mucho escribir esta historia...

Y ahora cojo y me voy de Brücke (puente teutón)... No se preocupen que a la vuelta recuperaremos la línea editorial característica del blog.

Hasta entonces, sean buenos.

Au revoir!


2 comentarios:

Expláyese con libertad y deje aquí su comentario: