* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

martes, 9 de diciembre de 2014

Dime por qué no lo vamos a intentar

"Si los hombres han llegado hasta la luna. Si desde este pueblo puedo hablar con alguien que esté en Nueva York. Si la medicina cura, lo que antes era una muerte segura. Dime por qué no es posible..."

Abro el ojo. Ni el perro del vecino ladra. Abro el otro ojo. Descubro que no tengo que ir a trabajar. Y entonces, digo yo: -¿para qué me despierto tan pronto? Cierro los ojos: -no pienses, no pienses, no pienses. Joer Dora, ¡que te he dicho que no pienses! Nada, el engranaje mental se ha puesto a rodar sin permiso. Mierda de engranaje. -Hala venga, deja de hacerte el dormido. Vuelvo a abrir los ojos. Esta vez los dos a la vez. - Pues ya que estamos, me voy a preparar un "Nespresso, what else?"

Les diré que los amaneceres del pueblo no tienen nada de particular, pero bueno, ahí estaba analizando el rocío teutón matutino posado sobre mi coche. Analizar: dícese del hecho de mirar fijamente un objeto mientras Dora se da un paseo por las nubes. Las nubes están llenas de frases, de fotos y de dudas. Muchas dudas.

Me preparo un segundo "Nespresso, what else?" Esta vez me decanto por mi cápsula favorita: Roma. El aroma a café invade la cocina y el frío de las baldosas mis pies. Dora sigue saltando de nube en nube; a su bola. Decido irme a correr para obligarla a descender del reino de los cielos... Ups, hay un pequeño problema. Mi uniforme de corredor profesional espera en la secadora, por lo menos, desde hace un par de días. Como buena casa alemana, la lavadora y la secadora están en el cuarto de las mismas; esto es, en el trastero.

Me aventuro a bajar al trastero con mi pordiosera apariencia matutina en la esperanza de no toparme con ninguno de mis vecinos. Mi gozo en un pozo. Mientras bajo las escaleras a la velocidad del viento, por ello de minimizar riesgos, se abre la puerta de la vecina de abajo (la bella Julia). Regalito de Murphy:

- Guten morgen. 

- Guten morgen. Cuánto madrugamos, ¿eh? Sonrisa de "joer, qué casualidad".  Menos mal que llevo el pijama del pequeño Calvin, reflexiono.

Nos hinchamos de buenos deseos el uno para con la otra y nos despedimos: un par de besos y... ¡¡una palmadita en el culo!! Tal cual.

- ¿Me ha tocado el culo? Creo que sí. Será que mi culo se vuelve más apetitoso en pijama.

Vuelvo al hogar. Me acicalo. Acicalarse: dícese del hecho de lavarse la cara y vestirse. Abro la ventana. El perro del vecino me grita los buenos días. Le contesto en su idioma. Cuando bajo a la calle, el "chuchodiso" me sigue gritando no sé qué. Le conmino a callarse, por ello de no despertar a todo el vecindario, pero no parece entenderme. -Bueno, que te den...

Me pongo a cabalgar cual caballo al ritmo de mi "playlist". De repente, una canción consigue captar mi atención:

"Si en la caracola se oyen los rumores de la mar. Si la gente ya se encienden y después se vuelven a apagar. Si amanece cada día. Si hay momentos que valen toda una vida. Dime por qué no lo vamos a intentar".

¿Se acuerdan de las nubes de las que les hablaba mientras observaba el rocío matutino? Pues oigan, que se han evaporado. Y es que es verdad. Pero, ¿por qué no vamos a poder conseguir aquello que queramos? Si uno tiene claro lo que quiere, tiene que luchar por ello, independientemente de las nubes que aparezcan por el camino. Qué más da lo que opine la gente y mucho menos si la opinión procede de, como dice una de las personas más influyentes en mi vida, meros coincidentes laborales.

Las opiniones son gratuitas y por lo tanto susceptibles de ser emitidas de manera imprecisa e interesada.

Ya ven, filosofando antes de la Navidad.

Y como seguro que mis queridos lectores surrealistas se han quedado con la duda de cuál fue la canción con poderes evaporizantes, me despediré esta semana de todos ustedes con una fórmula infalible:

Autoconfianza.


Cuando volví de correr, la cara de felicidad y excitación de esta niña conductora de tren me hizo sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expláyese con libertad y deje aquí su comentario: